Apuntate aquí si te interesa seguir este blog

martes, 5 de julio de 2011

¿Se puede estar buena siendo madre soltera de más de cuarenta años?

Vamos a intentarlo compañeras de fatigas. Nunca he sido una belleza y tampoco me ha hecho falta, y nunca he sido una fashion victim, pero sí era (antes de quedarme embarazada), una “estarbuena victim”. No sé si se ha acuñado algún término más adecuado pero este es el que define mi época pre-maternidad. Una época muy larga porque no fui madre hasta los 38 años.

Ser una “estarbuena victim” era bastante esclavo pero como para mí era una pasión, un hobby, no me planteaba lo duro que era. Había que hacerlo y punto. Para ello era necesario ser muy disciplinada (que yo lo era), y no descuidar demasiado tiempo los siguientes aspectos:

  1. La dieta. Me podía dar algunos caprichos de vez en cuando pero todos los días del año me pesaba y tenía que estar entre 55 y 58 kilos. Si subía a 58,5 ya sabía lo que me tocaba: abstención absoluta de cerveza, pan, patatas y otras cosas ricas. Mi alimentación consistiría en verduras, frutas, proteína magra y algún yogur desnatado. Mi único lujo dos tostadas por la mañana con el café (las tostadas integrales y preferiblemente de pan de centeno). Así tenía que estar hasta que volviera a estar como mucho en 57, y después cuidadito de no volver a subir de peso. Ahora estoy en 59 kilos y toda desparramada. Me quité los diez kilos que me quedaron tras el embarazo pero me he ido descuidando otra vez. Acabo de empezar la dieta dukan con mucha convicción. Llamadme ilusa pero quiero volver a estar buena, porqueyolovalgo.
  2. Ejercicio. Esta es la madre del cordero. Cinco días por semana iba al gimnasio y a falta de otra cosa que hacer (aparte del trabajo claro), me tiraba allí dos horas. Me daba igual ir al más caro, total todo el dinero que ganaba aunque no fuera mucho era para mí sola y para mi cuerpo serrano. Como no voy a descubrir América ahora, pasaré de puntillas por este punto que se resume en a) ejercicio cardiovascular; b) fortalecimiento de la musculatura con pesas o ejercicios tipo pilates; c) natación para relajarme y fortalecer la espalda; d) yoga para sobrellevar el estrés de la vida y de estar tan buena; e) spa para obtener la misma finalidad del punto d. Bien, pues ya sabiendo lo que hacía antes, ¿qué ejercicio hago desde hace seis años? Esta es fácil: no hago absolutamente NADA. Eso es, nada de nada. Bueno “no paro en todo el día” como decimos todas las madres, pero que yo sepa poner lavadoras, fregar, recoger, ordenar armarios y comerse las sobras de los peskitos que la niña no quiere, no ha llevado a nadie a tener un buen cuerpo, a no ser que me haya perdido algún estudio de la Universidad de Iowa que demuestre lo contrario, y lo dudo. Dudo incluso de si hay universidad en Iowa. ¿Porqué hemos dejado de hacer ejercicio? Qué pregunta más chorra ¿verdad? En mi caso, madre separada que no recibe un duro de pensión y con poco apoyo de familiares para quedarse con la niña, pues ya me dirás qué hago con la nena mientras voy al gimnasio. Pues bien, para esto hay solución si vives en Madrid. Está el gimnasio Virgin Active que ¡tiene guardería! En agosto me apunto, que ahora estoy sin coche. De ahí no paso. Ya sabía yo lo de este gimnasio pero “ay pobrecita la nena allí sin conocer a nadie, con lo bien que está con su mami”. Ya está bien chicas, las que seáis así como yo que os de pena todo, pensad en que la salud también hay que cuidarla y yo desde luego empiezo a verme toda desparramada y además me duele la espalda por todas partes.
  3. Cremas. Bien, esto nunca se ha demostrado que sirva para algo pero ¿qué mujer presumida puede vivir sin sus cremas? Yo no, desde luego. La de la cara mañana y noche (eso sí, yo siempre he usado la misma por la mañana y por la noche y creo que esto está bien si no tienes mucho dinero para comprar dos). La anticelulítica: dicen a veces que no sirven para nada pero el simple hecho de masajearte las piernas, cadera y barriga con ese mejunje compuesto de cafeina tiene que valer para reafirmar.
  4. Pelo largo por favor, siempre que tu calidad de pelo lo admita. No entiendo porqué todas, o casi todas, caemos en el gran error de cortarnos la preciosa melena cuando estamos embarazadas o cuando ya somos madres. No tenemos bastante con haber quedado sin un minuto para nosotras que encima nos dejamos cortar de un tajo nuestro mayor atributo de belleza. A mí me lo hizo una peluquera a traición estando yo embarazada de cinco meses. Llevaba un pelo por la cintura desde hacía años y le dije a aquella tarada que me “saneara un poco”. Con el atontamiento del embarazo me puse a pensar en mis cosas y cuando volví la mirada al espejo tenía el pelo cortado a la altura del cuello. Esto os juro que es verdad y a esa tía nunca la perdonaré. Ella tenía el pelo corto y claro, quería dejarme hecha un callo y cuando oyó lo de sanear vio el cielo abierto. A día de hoy lo tengo por debajo de los hombros. No veas lo que cuesta recuperar una melena como aquella. Gracias desde aquí a la pirada esa cuyo nombre no diré porque no quiero líos (pero te recordaré toda mi vida nena). Bien, dejando este odio exacerbado a un lado, hay que dejarse el pelo largo otra vez, las que habéis sido de pelo largo. Somos madres, no soldados. Otra cosa es que nos dejemos una melena en plan “voy a la boda de farruquito”. Para evitar eso están las capas y esas cosas. Pero largo, por favor. Corto no le queda bien a casi nadie. La que tenga la suerte de quedarle bien el pelo corto que lo disfrute. Yo con el pelo corto parezco una maruja, y bastante tengo con serlo.
  5. Pintarse. Qué rollo ¿verdad? Sí, la verdad es que después de recoger todos los objetos de diversa procedencia que van dejando por la casa los nenes, ordenar la casa entera, dejarla más o menos limpia y apañada, organizar a tu retoño y tenerlo bien vestido con su ropa limpia y planchada, si es niña con su coletita y horquillitas, tú ya te has duchado, lavado el pelo, secado el pelo, echado crema, te has vestido, ¿le quedan a alguien aún ganas y sobre todo tiempo de embadurnarse la cara de potingues? Comprensiblemente la respuesta es no. Optamos entonces por el look natural (es decir, look “adhefesio”) y nos echamos así a la calle sabiendo que nuestros amigos nos quieren como somos. Bueno sí, nos quieren pero no nos engañemos, por dentro piensan “joder, hay que ver cómo se ha echado a perder esta tía”. No lo dudéis porque lo piensan. ¿Quiere esto decir que tenemos que volver a tirarnos un cuarto de hora delante del espejo hasta salir maquilladas como Cleopatra? La que tenga ganas y tiempo que lo haga, yo la animo y la admiro. Yo no tengo ni ganas ni tiempo. Pero entre ir divinamente pintada e ir con la cara lavada y hecha un horror, he encontrado un termino medio muy cómodo: los polvos de maquillaje. Supongo que los conocéis. Hay de muchas marcas. Yo he probado de Skeyndor y de Avene. Mejor los de Skeyndor pero son 30 euros así que ahora estoy con los de Avene que creo que me costaron 15 euros. Es como una polvera pero los abres y tienen una esponjita con la cual untas una crema espesa y te la esparces con la esponjita por toda la cara. Es muy cubriente pero no te deja hecha un muñeco, da color y además llevan protección solar. Esto me roba un minuto como mucho y me quita el careto de acelga totalmente. Luego un poco de pintalabios (chicas esto tampoco es pa morirse del esfuerzo, venga, un poco de nuestra parte), y con esto ya puedes salir a la calle con buena cara. Hombre y ya con un poco de sombra doradita clara o del color que más te favorezca en los párpados lo bordas pero tampoco es imprescindible.

Bien, pues por hoy ya he compartido muchos de mis propósitos para estar buena, algunos de los cuales ya practico y otros que estoy a punto de empezar a practicar (en concreto el gimnasio que además es el más importante). Ya os contaré en agosto mi vuelta triunfal al gimnasio. Estoy deseando ver esos machos sudorosos entrenando ¡¡¡ohh síiiiiiiiiiii chicas!!!


Hola hispanohablante. Me interesan mucho tus experiencias similares  y tus opiniones. Desde España, desde América Latina o desde donde quiera que estés, te pido que compartas tus comentarios. ¡Escribe lo que estás pensando! Con educación y respeto por favor.

6 comentarios:

  1. jajajajajaja!! me he reido un montón, en muchas cosas he visto identificada a mi chica, que tambien es una "estarbuena victim", yo le digo que lo deje, que yo lo que quiero es una persona feliz consigo misma a mi lado, y no una "loquesea victim" , pero nada, es algo con lo que tengo que vivir, y encima comprenderla y ayudarla, total, por dos putos kilos de más (en las tablas) que se dice pronto... en fin, que no os esforceis tanto, que nos gustan más las felices, que no todas podeis ser angelina jolie, que además creo que es una antipática de mierda :-)

    ResponderEliminar
  2. Hola Fernando, por favor cuando tu novia tenga un momento hazle entrar y contarnos qué trucos emplea para que su hombre prefiera una noche con ella antes que con Angelina Jolie. Te estaremos muy agradecidas :) En cuanto a lo que dices de dejarlo, no nos entiendes. Mira, te cuento algo que tu chica podrá corroborar: esto de darse unas mechas, hacerse el láser, ponerse a dieta, comprarse un nuevo maquillaje después de pasar tres horas comparando unos y otros... ¡¡es un auténtico placer!! ¿No os dais cuenta de lo entretenido y agradecido que es todo eso? Para chicas como nosotras en un hobby, no sé porqué la gente lo ve como un suplicio. Nos quejamos un poco, sí, pero créeme, es una pasión. A mí si me quieres matar, quítame todo eso y ya me has matado. De todas formas, está bien saber que si algún dia, Dios no lo quiera, nos acabamos convirtiendo en unas gordas marujonas y descuidadas, algún hombre estará dispuesto a seguir amándonos XD.

    ResponderEliminar
  3. Fernando deberíais entender que no es por vosotros, es por nosotras...
    Lo guay no es un novio que nos quiera como somos (que también) si no un novio que nos quiera en nuestras paranoias, manías o pasiones....

    ResponderEliminar
  4. Oh, gracias por comprenderme Cata y por saber expresar exáctamente eso: no es por ellos, ES POR NOSOTRAS. Me quiero ver así por mí. Si luego le gusta a alguno pues perfecto, pero sería imposible tanta constancia y dedicación para otra persona que no sea mi hija o yo misma. Soy demasiado egoista. El placer de verme como a mí me gusta verme es mío y sólo mío. Aunque viviera sola y se me prohibiera ver a nadie, sería lo mismo. Verte bien hace que tu vida tenga algo de magia. Es como decorar tu casa. ¿Porqué pones unas flores en el salón? ¿Por si viene un tío? Pues hombre claro que no. Porque te gusta verlas ahí las pones ¿a que si? Pues por lo mismo, te vistes de tal manera, moldeas tu figura con dietas y ejercicios para que sea lo más bonita posible A TUS PROPIOS OJOS. Luego claro, siempre da gustito oir un "vaya señora" o cosas de esas, jeje.

    ResponderEliminar
  5. Recuerdo en mis tiempos de opositora, me ponía como una pera en dulce para encerrarme a estudiar 8 horas en una casa sola, "mi cita" de aquel momento pensaba que me arreglaba porque había quedado con él... hasta que un día vino a buscarme de sorpresa... y flipo! no daba crédito a que lo hiciera por mi. Me crea ansiedad hacer el dejado y verme mal... Yo soy feliz arreglandome, poniendome mona, comprandome ropa y cosméticos.
    Una de las cosas que mas me encanta de mi novio (y seguro que él ni lo imagina) es que siendo absolutamente anti fashion victim pero comprende a la perfección y ama profundamente esta vena mía tan frivolona.

    ResponderEliminar
  6. ¿Te arreglabas para ponerte a estudiar? Oh, ¡ÍDOLA! No se me había ocurrido pero mira Cata, a partir de ahora sea lo que sea que vaya a hacer en casa, me arreglo antes. Así nada de "qué día tan gris" y nada de llamar las vecinas al timbre y tener que abrirles la puerta hecha un espantapájaros. No sabía que habías hecho oposiciones. Qué cerebrito, qué envidia. Lo tienes todo. A los hombres les encantan las chicas así, no solo a tu novio sino a todos. Lo que pasa es que unos lo reconocen abiertamente y otros no. Pero vamos, dale a cualquier hombre a elegir entre una tía en chandal y a su hermana gemela arreglada de pies a cabeza y a ver a cual prefieren.

    ResponderEliminar